Fitoterapia
La Fitoterapia se define como la utilización de los productos de origen vegetal con finalidad terapéutica, para prevenir, aliviar o curar un estado patológico, o con el objetivo de mantener la salud.
En fitoterapia se emplean productos de origen vegetal que presentan una característica básica: sus márgenes terapéuticos son amplios. Incluye productos relativamente poco potentes (por ejemplo, capítulos de manzanilla, sumidad de espino blanco y sus extractos) o de potencia intermedia (como la flor de árnica y la raíz de regaliz) y excluye aquellos con un margen terapéutico estrecho (por ejemplo, la hoja de digital y sus principios activos, como la digoxina). Esta característica es fundamental puesto que enmarca a la Fitoterapia como una terapéutica suave, poco agresiva, con un bajo porcentaje de efectos secundarios.
La Fitoterapia se utiliza tanto para el cuidado de la salud y mejora de la calidad de vida, como en la prevención y tratamiento de las enfermedades. Su principal campo de acción son las afecciones leves y moderadas, así como las enfermedades crónicas, siendo útil en la terapia buena parte de las afecciones tratadas habitualmente en atención primaria.
Cada planta medicinal tiene una parte que contiene los principios activos responsables de su indicación terapéutica.
Hay que tener en cuenta que las plantas medicinales también
- pueden tener interacciones (entre ellas mismas y con los medicamentos),
- contraindicaciones (ejemplo: embarazo, lactancia, hipertensión)
- y efectos secundarios (ejemplo: alergias, fotosensibilidades).
